Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

jueves, 9 de noviembre de 2023

La escalera santa de Roma


Frente a la basílica de san Juan de Letrán (madre y cabeza de todas las iglesias de Roma y del mundo) se conservan distintos restos del antiguo palacio papal, entre los que destaca la llamada "escalera santa", la capilla del "sancta sanctorum" y los mosaicos del triclinium, el antiguo comedor.

Fachada del santuario de la "Scala sancta" y puertas de acceso.

En el atrio hay varias esculturas de mármol que representan escenas de la pasión. Aquí Jesús está junto a Pilato.

Escultura en mármol de Carrara del beso de Judas.

Los 28 escalones de mármol fueron llevados desde Jerusalén a Roma el año 326, con el convencimiento de que eran los del palacio del Pretorio, donde Cristo fue juzgado por Poncio Pilato. Por eso están recubiertos de madera y la gente piadosa los sube de rodillas.

El año 2019 se liberaron los escalones de mármol para restaurarlos. También se restauraron los frescos y la cubierta de madera antes de volver a colocarla.

Para quienes no quieren subir arrodillados, hay otras escaleras (dos a la derecha y otras dos a la izquierda), igualmente decoradas en sus paredes y bóvedas con bellas pinturas renacentistas.

Vista de las tres escaleras centrales.

Esta cúpula se encuentra arriba del todo, antes de entrar en el "sancta sanctorum".

Otra de las cúpulas que rematan las escaleras.

En la parte alta se encuentra el "sancta sanctorum", que era la primitiva capilla privada de los papas, donde se conservan importantes reliquias de distintas épocas. Llaman la atención los preciosos suelos, decorados con mármoles en estilo cosmatesco. Sobre el altar, se puede leer la inscripción en latín: “Non est in toto sanctior orbe locus” (que significa 'No existe en todo el mundo lugar más santo').

Mosaico bizantino encima del altar.

Las pinturas medievales de la parte superior y de la bóveda del sancta sanctorum son espectaculares.

Aquí está representado Jesucristo sentado en el trono, con la mano abierta para acoger a todos los que se acercan a él.

El papa Nicolás III entre san Pedro y san Pablo ofreciendo el edificio de la escalera santa a Cristo.

Entre las reliquias destaca la preciosa representación del Salvador "aquerópita" (que significa 'no realizado por manos humanas'). Es una pintura de gran tamaño, del siglo V, colocada dentro de un relicario de metal adornado con piedras preciosas.

Estuche paleocristiano para el fragmento de la cruz que santa Elena regaló a este santuario en el siglo IV.

Alrededor del sancta sanctorum hay otras capillas, entre la que destaca el oratorio de san Silvestre, atendido por los padres pasionistas.

Capilla lateral de san Lorenzo.

Los hermosos frescos de la bóveda son del siglo XVI.

En una capilla cercana a la sacristía está este precioso crucifijo medieval.

Cerca del Cristo está el altar de la Virgen Dolorosa.

Pinturas renacentistas de la capilla del papa san Silvestre.

Los mosaicos del triclinium (el antiguo comedor del palacio papal) fueron realizados para recibir a Carlo Magno en la navidad del año 800 de nuestra Era.

A nuestra izquierda está representado Cristo sentado en un trono, que da las llaves al papa Silvestre y un estandarte al emperador Constantino.

A nuestra derecha está representado san Pedro, que da el palio al papa León III y un estandarte al emperador Carlo Magno. Como ambos estaban vivos cuando se hizo el mosaico, detrás de la cabera tienen una aureola cuadrada y no redonda (esta se reservaba para los santos).

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